dilluns, 27 de gener del 2014

El último botón.

La típica picadura de mosquito en verano. Esa que todo el mundo odia, y que aparece preferiblemente en lugares clave como en la cara o en una nalga. Esa que cuanto más te rascas, más pica, y  acaba incluso doliendo, casi llevándote a la locura.

Pues eso eres tú, mi jodida picadura de mosquito.

Apareciste poco a poco. No en una mejilla o en mi trasero, aunque también en un lugar estratégico: mi corazón. 
Empezaste a crecer en mí e intenté ignorarte, pero me empezaste a picar tanto que, de tanto rascarme, me acabé haciendo sangre. 
Cuando el picor, el dolor y la sangre fueron insoportables intenté dejar de rascarme, utilizando todos los métodos posibles: Productos químicos, hielo, pomadas...
Y cuando por fin creía que empezabas a desaparecer, cuando ya casi te había olvidado, algo rozó esa parte de mi pequeño corazón donde tú, maldita picadura, estabas escondida, y ahora me vuelves a picar más que nunca, y me vuelvo a arañar la piel, y vuelvo a sangrar...por ti.

Y, aunque hayas sido mi mosquito favorito, me estás jodiendo viva. Primero, por la sangre que te llevaste de mí al picarme, después por la que he derramado intentando olvidarte, y después por la gran cicatriz que estás dejando en mí.

http://www.youtube.com/watch?v=xM4Rldp9QWA

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada